|DEPORTES|
Miércoles 07 de Febrero de 2024.
•El equipo del América no pudo en su visita a Nicaragua donde fue superado 2-0 por el Real Estelí, en el partido de ida de la Primera Fase de la Copa de Campeones de la Concacaf disputado en el estadio Independencia.
Los goles de la victoria fueron de Byron Bonilla al minuto 7 por la vía de penal y de Marvin Fletes al 47: Julián Quiñones descontó al 89. Con este resultado el campeón de la Liga MX está obligado a ganar por diferencia de 3 goles, en tanto que a los centroamericanos les es suficiente un empate.
El que pensó que este duelo sería un pase de campo para los mexicanos se equivocó de manera rotunda, ya que más allá que el técnico brasileño mandó a la cancha a algunos elementos poco habituales en el 11 titular, el rival los superó en ímpetu y futbol.
Muestra de ello es que apenas en el inicio del juego los de casa lograron terminar con el cero en una jugada en la Byron Bonilla por izquierda mandó un centro que Emilio Lara cortó con la mano para que se decretara la pena máxima que el propio Bonilla ejecutó a lo “Panenka”.
Al verse abajo en el marcador los visitantes comenzaron a funcionar de mejor forma, pero sin poner en real peligro la meta del guardameta Douglas Forvis para irse así al descanso.
En el inicio de complemento el cuadro nicaragüense aumentó la ventaja en un tiro de esquina por izquierda al área donde Marvin Fletes aprovechó la pésima marca de Emilio Lara para conectar un cabezazo cruzado que se coló pegado al poste.
“Heridas” las “Águilas” se fueron con todo al frente en busca de, primero acortar distancias, y después, empatar el juego, pero no fueron capaces de generar peligro, pese a los cambios que realizó el técnico brasileño André Jardine.
Fue hasta cerca del final cuando pudieron acortar distancias en un tiro libre del chileno Diego Valdés que desvió la zaga y que el portero rechazó a la ubicación de Quiñones que solo la tuvo que empujar al fondo de las redes al minuto 89.
América se fue con todo al frente en pos del empate, pero ya no hubo tiempo para cargar con una derrota, que más allá del resultado, lo que debe dejar muy intranquilo a Jardine es el funcionamiento.
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